jueves, 18 de febrero de 2010

DISTRES: Cuando el cuerpo te pasa la cuenta

Hay un dicho popular que reza de la siguiente forma: "Es bueno el cilantro pero no tanto...".

En una cultura en donde se privilegia la cantidad por sobre la calidad, pareciera ser bueno realizar una actividad positiva hasta el límite. Diría yo, incluso que dicha práctica se refuerza positivamente, sin mucha consideración por lo que pudiera estar pensando y sintiendo el propio practicante.
Y que hay del stress negativo, que hay cuando el cuerpo comienza a fatigarse y las estructuras del mismo están al borde del colapso, al igual que cuando por exceso de tensión ,dado por un mal clima organizacional en una empresa, en el trabajo, la persona empieza a acumular cansancio o mal humor. Cuando el momento relajación y de pasarlo bien en familia o realizar realmente las cosas quiere hacer ya no consigue hacerlas porque el tiempo es absolutamente insuficiente.
Es en estas situaciones cuando más tarde que temprano sobreviene el colapso. La persona puede sufrir un exceso de ira, un infarto, un edema cerebral o incluso una lesión por torcedura de una articulación.
A veces, el cuerpo, que es parte de la persona que está sintiendo el trabajo en exceso te da algunas pautas que son indicador de fatiga, a veces, incluso la mente te proporciona imágenes recurrentes que te indican que no sería nada malo bajar la intesidad de lo que se realiza o disminuir la cantidad de tiempo que se destina a determinada actividad. Si uno está conectado con su cuerpo, muchas veces recibe estas señales, pero hay que reconocerlo, raras veces se les hace caso, pues en gran medida se privilegia al agente externo que te está solicitando lo que debes entregar a tiempo, y uno se sobre carga de trabajo... También se puede dar el caso que se se produzca el sobresfuerzo por que uno sencillamente privilegie y le asigne un mayor valor del debido a algo muy necesario, pero en su justa medida:
La Voluntad y la perseverancia.
De cualquier forma, cuando minimizamos la importancia de las señales orgánicas que emite nuetro cuerpo, o como lo señalaba antes, desconocemos aquellas imágenes fantasiosas de nuestra mente acerca de lo excesivo que estamos trabajando, en algún momento el cuerpo nuestra persona sufrirá las consecuencias del sobre esfuerzo, la fatiga de materiales en algún momento se hará presente en nuestro cuerpo, ya sea en forma de un accidentes porque no pude reaccionar a tiempo, mientra conducía mi vehículo, o de una lesión con una herramienta porque mi mente se distrajo mientras estaba usando la sierra para cortar madera y tuve que parar al Hospital del Trabajador, o incluso jugando fútbol y mi rodilla trabada, por exceso de trabajo me jugó una mala pasada en el area chica y en vez de permitirme hacer el gol de la victoria fui a parar al hospital y ahora luzco una vistosa bota de yeso desde el tobillo al muslo por la friolera de 3 semanas, tres semanas que para colmo no las podré trabajar pues soy cartero y obviamente no podré montar la bicicleta.